La perspectiva sistémica ha sido aplicada extensamente al estudio de la innovación, dada la existencia de múltiples agentes heterogéneos cuya interacción permite la generación, difusión y uso del conocimiento. Sin embargo, tal interacción presenta dificultades por las brechas existentes entre los agentes, siendo los intermediarios los responsables de construir puentes y facilitar la vinculación.