En el presente artículo se orienta al planteamiento conceptual de un modelo de cooperación flexible entre microempresas, pequeñas y medianas empresas (MPyME’s), de manera que actúe como una práctica fuertemente estimulante del desarrollo agrario local en regiones agropecuarias, como es el caso de la provincia de Misiones, Argentina, sobre la base de fortalecer este componente del tejido empresarial mediante la asociatividad.
Los cambios acontecidos en la agricultura cubana a finales del siglo XX provocaron la ruptura del paradigma basado en la dependencia de importaciones, por lo que se precisó comenzar a construir un nuevo modelo técnico-económico sobre la base del desarrollo endógeno, asociado al fomento de capacidades innovadoras y de tecnologías sostenibles; ello exigió que los centros de desarrollo de conocimiento se centraran en la aplicación de innovaciones, mediante adecuados procesos de extensión rural.