En este artículo se presenta y discute la información fruto de los talleres realizados durante el 2007 y 2008 en los Centros Locales de Innovación Agropecuaria (CLIA), con la participación de productores y otros actores locales en nueve provincias del occidente, centro y oriente cubano. Se muestra el caso del CLIA Las Tunas.
Las limitaciones en el manejo de la diversidad agrobiológica en Cuba, debido al déficit financiero, posibilitó una estrategia de fitomejoramiento alternativo y complementario al fitomejoramiento convencional y centralizado. Esta importante forma denominada Fitomejoramiento Participativo (FP), como parte integrante de la innovación agropecuaria local, se inició en el 2000 y después de ocho años de ejecución, los propios campesinos que se sumaron a estas ideas han evaluado su impacto.
El objetivo de la investigación fue analizar cómo se ha beneficiado el ecosistema agrícola del municipio con la introducción de diversidad. Se calcularon los índices de diversidad específica de Margalef y riqueza específica de Shannon-Weiner y se consideraron tres etapas: antes de FP, después de FP y puesta en acción del Programa de Innovación Agrícola Local (PIAL). Se realizó un levantamiento de especies y variedades en 17 fincas de productores del municipio La Palma, en las zonas donde ha intervenido el proyecto Fitomejoramiento Participativo (FP)