La excelente vocación hortícola del Valle del Guarco en Costa Rica ha convertido esta región en uno de los sitios con mayor utilización de agroquímicos del país. La producción hortícola en esta zona se caracteriza por la presencia de monocultivos en las laderas de montañas, con una alta propensión a la erosión del suelo por escorrentía. Se ha determinado que las hortalizas y las frutas abastecidas por productores de esta zona presentan el riesgo latente de residuos de plaguicidas.
Agrícola La Danta es una finca que destina el 42 % de su superficie a la producción de piña orgánica desde 2007; el resto de la propiedad se encuentra en áreas de conservación de bosque. En esta finca el cultivo de piña orgánica se ha realizado en suelos con baja fertilidad natural, por lo que se ha precisado de un manejo integrado de la nutrición de la planta, con el fin de cumplir con los estrictos estándares del mercado de exportación. Casi la mitad del territorio de América Latina y el Caribe lo conforman suelos pobres en nutrientes.
El taller tuvo como objetivo el fortalecimiento de capacidades de actores nacionales en la formulación e implementación de proyectos que integren temáticas de género y cambio climático. El taller adoptó un enfoque práctico donde se compartieron diferentes herramientas para ser usadas en las diferentes fases del ciclo de proyectos con enfoque de adaptación y/o mitigación al cambio climático en el sector agrícola para garantizar una visión de género e inclusión social.
Research-based evidence on the adoption of climate-smart agricultural practices is vital to their effective uptake, continued use and wider diffusion. In addition, an enabling policy environment at the national and regional levels is necessary for this evidence to be used effectively. This chapter analyzes a 4-year period of continuous policy engagement in East Africa in an attempt to understand the role of multi-stakeholder platforms (MSPs) in facilitating an enabling policy environment for climate change adaptation and mitigation.
Gender mainstreaming was acknowledged as an indispensable strategy for achieving gender equality at the 1995 Beijing Platform for Action. Since then, governments have made substantial efforts in developing gender-responsive policies and implementation strategies. The advent of climate change and its effects, which have continued to impact rural livelihoods and especially food security, demands that gender mainstreaming efforts are accelerated.