Los cambios acontecidos en la agricultura cubana a finales del siglo XX provocaron la ruptura del paradigma basado en la dependencia de importaciones, por lo que se precisó comenzar a construir un nuevo modelo técnico-económico sobre la base del desarrollo endógeno, asociado al fomento de capacidades innovadoras y de tecnologías sostenibles; ello exigió que los centros de desarrollo de conocimiento se centraran en la aplicación de innovaciones, mediante adecuados procesos de extensión rural.
Para revertir la situación de inseguridad alimentaria, el sector agropecuario cubano requiere de inversiones en infraestructuras y de cambios en la gestión e innovaciones que se adapten a las condiciones económicas, ecológicas, sociales y culturales de cada territorio. Ello implica una mejora de las condiciones en los ecosistemas a partir de la generación colectiva de alternativas con base en el intercambio, el apoyo en las alianzas y las experiencias entre los diferentes actores.
Jardins partagés, potagers sur les toits, fermes pédagogiques… L’agriculture urbaine est plurielle. C’est aussi vrai pour les fonctions qu’elle joue. Découvrez-en plus dans l’article d’Anne-Laure sur le concept d’agriculture urbaine et ses différentes fonctions mais aussi ses chiffres clés en infographie (p.4-5) Les crises semblent être propices au développement de cette forme d’agriculture. Joana revient sur des initiatives portées en temps de crise au Royaume-Uni, à Cuba ou encore à Lisbonne.
El objetivo de este trabajo es dar a conocer cómo se han desarrollado los vínculos entre el sector productivo y la Estación Experimental de Pastos y Forrajes “Indio Hatuey”. Se emprendieron una serie de medidas para la recuperación de la base alimentaria del ganado, con el empleo de prácticas alternativas y la aplicación de sistemas sostenibles de producción animal, las cuales tenían como principal objetivo el aumento de la producción, aun con pocos recursos
Las limitaciones en el manejo de la diversidad agrobiológica en Cuba, debido al déficit financiero, posibilitó una estrategia de fitomejoramiento alternativo y complementario al fitomejoramiento convencional y centralizado. Esta importante forma denominada Fitomejoramiento Participativo (FP), como parte integrante de la innovación agropecuaria local, se inició en el 2000 y después de ocho años de ejecución, los propios campesinos que se sumaron a estas ideas han evaluado su impacto.
El presente artículo describe los resultados de diseminación participativa de semillas (DPS) en términos productivos, ambientales y socioeconómicos en Cuba y México. El concepto de diseminación participativa de semillas (DPS) surgió en Cuba a partir de la integración de las ferias de diversidad de semillas con la experimentación y diseminación de semillas por los campesinos. Una feria de diversidad de semillas es un método donde los fitomejoradores, productores y agentes extensionistas tienen acceso a la diversidad en uno o más cultivos.
El presente trabajo tuvo como objetivo mostrar las experiencias en el cultivo del arroz en el mundo, así como de varias regiones de Cuba, donde las ferias de diversidad constituyeron la mejor forma de dar acceso rápido y eficiente a las variedades, con la participación de los productores de arroz no especializado. El fitomejoramiento participativo (FP) es un enfoque relativamente nuevo para el desarrollo del germoplasma, que incluye el mejoramiento de plantas y la selección varietal participativa (SVP).
L’édition annuelle de Défis Sud propose un regard sur les agricultures, avec des faits, des chiffres et des prévisions. Face à l’augmentation de la population, au réchauffement climatique et à la perte de ressources naturelles, les solutions proposées pour répondre au défi de la sécurité alimentaire mondiale devraient davantage miser sur l’agriculture familiale et l’agroécologie. En 2018 les agricultures familiales seront encore menacées.
Au niveau familial, l’émigration constitue souvent une recherche de revenus, de sécurité, mais aussi une manière de faire face à des problèmes socio-politiques et des conflits. A l’encontre des clichés, l’émigration n’est pas forcément défavorable à l’agriculture familiale.
Ces dernières années, une « ruée vers les terres » a privé une multitude de petits producteurs du Sud de leur surface agricole. Depuis l’an 2000, plus de 1 600 transactions foncières portant sur quelque 60 millions d’hectares ont été enregistrées.