The literature reviewed in this document is global in its focus to attend to broad trends in the field and practice of agricultural extension. We do not aim for an extensive literature review but to identify implications for not including gender, ways to do so, and means to move forward. The aim of this report to highlight the importance of gender integration into agricultural extension programs in various parts of the world in order to raise much needed awareness on the subject
Afghanistan-ICARDA programs have field tested a range of rural development approaches and practices. Many of these are ripe for scaling-up at national level and can contribute to the EU-Afghanistan National Priority Programs (NPP) 2017-2021.
The “Partnerships for Improving Pastoral Policies” PIPP project has as its objective to update the Tunisian pastoral law and / or to develop a pastoral code. The approach involves multiple institutional levels that include local communities, national governments and international actors. The engagement of different stakeholders in the negotiation process is recognized and fostered. Furthermore, the approach aims to develop capacities of stakeholders involved.
Providing farmers with essential agricultural information and training in the era of COVID-19 has been a challenge that has prompted a renewed interest in digital extension services. There is a distinct gender gap, however, between men’s and women’s access to, use of, and ability to benefit from information and communication technologies (ICTs).
Livestock have strong empowerment potential, particularly for women. They offer millions of women in the Global South the opportunity to provide protein-rich foods for home consumption and sale. Livestock provide women with income and opportunities to expand their livelihood portfolios and can strengthen women’s decision-making power. Fully realizing livestock’s empowerment potential for women is necessary for sustainable livestock development. It requires, though, that gender-equitable dynamics and norms are supported in rural communities.
Se espera que este plan sea la hoja de ruta, tanto para los líderes locales, como para los funcionarios de instituciones que apoyan el territorio. Aquí podrán encontrar las prioridades identificadas por los actores y las líneas de acción que se deben seguir para alcanzar los objetivos planteados. No está de más señalar que la puesta en práctica de este plan requiere del esfuerzo mancomunado de todos los actores sociales del territorio, así como de toda la ayuda financiera y técnica que puedan prestar los actores institucionales.
El proyecto insignia “Inclusión en la agricultura y los territorios rurales” del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) pone énfasis en la inclusión de los segmentos que tradicionalmente han sido excluidos de los benefcios de los procesos de desarrollo de la agricultura y de las economías rurales.
Esta Política de Estado se sustenta en cuatro ejes temáticos, que hemos convenido en llamar los pilares de la política: a) competitividad; b) innovación y desarrollo tecnológico; c) gestión de los territorios rurales y agricultura familiar; y d) cambio climático y gestión agroambiental. Se adiciona un eje transversal, que indica los principales alineamientos institucionales que se implementarán para hacerla realidad.
Los pequeños agricultores también contribuyen con las comidas escolares, incluyendo así alimentos frescos y localmente producidos que mejoran el rendimiento académico de niños y niñas y su permanencia en los centros educativos, al mismo tiempo que fortalecen la economía local. El Programa Mundial de Alimentos en Ecuador (PMA) trabaja, de manera conjunta con el Ministerio de Educación (MINEDUC), para complementar el Proyecto del Gobierno Nacional de “Intervención en la Alimentación Escolar” en centros educativos seleccionadas de la zona rural.
Aujourd’hui, l’agriculture familiale fait preuve de dynamisme. Pour prouver qu’elle est un modèle à défendre, il faut convaincre les États de mener des politiques volontaristes et souveraines de rénovation de l’agriculture. Une politique efficace devra identifier les forces et les faiblesses de l’agriculture familiale, lutter contre l’accaparement des terres, encourager les jeunes paysans et les paysannes. Prendre en compte les différentes dimensions de l’agriculture familiale est nécessaire pour mener à une transformation efficace.