For smallholder agriculture to prosper and transform itself, access to rural services is essential. Rural services that enable smallholders to overcome constraints to increase their productivity, manage their farms as a sustainable business, link to inputs and outputs markets and act collectively to improve their livelihoods are a first line of action to reduce rural poverty. Undoubtedly, improving rural services has long been on the development agenda.
The Bangladesh Agro-Processors' Association (BAPA) has lots of activities and involvements with various agencies, organizations, strategic, methodical steps for the proper management and growth. Few major of these are mentioned in this file.
Following their first formation in Indonesia over 25 years ago, Farmer Field Schools (FFS) have served as a “proof of concept” of how transformative learning can help governments, donors and development stakeholders achieve development objectives. The FFS approach, which has now been used in more than 90 countries by more than 12 million small farmers (FAO, 2016), not only creates a space in which the practical needs of smallholders to solve production-related issues can be addressed but also fosters personal and community-level transformation through empowerment.
PAEPARD appuie et assiste trois consortiums de recherche liés à l’aflatoxine dans leur travail destiné à : (a) éradiquer les déchets de l’aflatoxine avant et après les récoltes dans la filière arachide au Malawi et en Zambie ; (b) développer des stratégies visant à réduire la contamination par des toxines fongiques pour améliorer l’approvisionnement alimentaire, la nutrition et les revenus le long de la filière maïs dans les zones arides et semi-arides de l’est du Kenya ; et (c) développer des protocoles de gestion des aliments du bétail pour les producteurs laitiers dans les zones à forte
Este informe busca la identificación de los motores de cambio y de las respuestas de los agricultores ante los cambios globales. Fue consensuado en un taller en donde investigadores, que están realizando estudios sobre la caficultura en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, combinaron sus conocimientos.
En este informe se describen las experiencias y enfoques de la constitución de cadenas agroalimentarias y se plantea la necesidad de desarrollar una nueva institucionalidad y formas de cooperación técnica para el fortalecimiento del sector agrícola y rural. Se espera que las cadenas agroalimentarias se constituyan en mecanismos de diálogo e instrumentos de gestión para la competitividad y la toma de decisiones según las demandas de los Estados Miembros del IICA.
Este documento tiene como propósito aportar elementos de análisis de género en las cadenas de valor para identificar potencialidades y limitaciones de las mujeres dentro de las cadenas, la relación con la autonomía económica y el impacto en la mejora de sus capacidades para generar recursos propios, controlar activos y propiciar la plena participación en las decisiones que afectan sus vidas y entorno.
Este estudio apunta a reducir estas brechas de conocimiento al generar información clave que muestre de una forma clara un mapa de la cadena productiva de banano criollo a nivel nacional con los principales actores, además de identificar los principales cuellos de botella que están afectando la eficiencia actual de la cadena. Para esto se está trabajando con dos casos de estudio la Asociación de Pequeños Productores de Talamanca (APPTA) y la Asociación de Campesinos Productores Orgánicos (ACAPRO).
Este informe busca hacer el mapeo de actores y la captura de sus visiones para determinar las demandas y necesidades de los sectores, para que sirvan de elementos sustantivos para diseñar y ejecutar políticas públicas, marcos regulatorios e intervenciones directas que tengan un alto impacto en el desarrollo de ambas cadenas, coadyuvando de esta manera a garantizar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza extrema en el área rural de Nicaragua
Este informe busca hacer el mapeo de actores y la captura de sus visiones para determinar las demandas y necesidades de los sectores, para que sirvan de elementos sustantivos para diseñar y ejecutar políticas públicas, marcos regulatorios e intervenciones directas que tengan un alto impacto en el desarrollo de ambas cadenas, coadyuvando de esta manera a garantizar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza extrema en el área rural de Costa Rica