Los proyectos insignia definidos por el IICA en su Plan de Mediano Plazo 2014-2018, son el principal instrumento de su cooperación técnica y tienen alcance hemisférico, aunque buscan resultados concretos en las esferas regional, plurinacional y nacional. Uno de ellos es el de “Productividad y sustentabilidad de la agricultura familiar para la seguridad alimentaria y economía rural (PIAF)”, dentro del cual se inscribe esta propuesta metodológica de encuentros asociativos.
El objetivo de este boletín es contribuir a incrementar el conocimiento del tema en la región, sobre todo sus alcances como marco de referencia para las políticas de desarrollo e innovación orientadas a la descarbonización, con énfasis en los sectores agropecuario y agroindustrial. El boletín consta de cuatro secciones adicionales.
Las políticas públicas inclusivas requieren de cambios en el marco institucional y normativo; en las prácticas de cómo funcionan las instituciones; en la lógica de actuación de sus dirigentes y funcionarios; en los métodos de implementación de las políticas y programas; y en el enfoque de aterrizaje de las acciones.
La documentación de casos de éxito refiere una labor con satisfactores paralelos. Por una parte, la constatación inmediata de la correcta aplicación de la metodología y los recursos humanos y materiales destinados al Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA) en México. Por otra parte, ser testigos de cómo los beneficios se reflejan en los productores, en las familias, en las comunidades y en las regiones.
Rendir un informe anual del trabajo realizado por el IICA es más que un compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas; constituye también un medio para reconocer los avances de nuestros Estados Miembros en beneficio de sus pueblos. Los logros que ellos alcanzan gracias a los aportes que les brinda el Instituto los hace mantener su confianza en una organización que de hecho les pertenece.
Tradicionalmente en Paraguay el fin exclusivo de la producción agrícola había sido la alimentación humana y animal, pero este país ha incursionado en la producción de materias primas a partir de cultivos para la obtención de combustibles de origen biológico, el consumo de combustibles fósiles y la eventual mezcla con los derivados de petróleo. Los datos incluidos en este artículo contribuyen a un posterior estudio sobre los posibles efectos de su uso en distintas proporciones de rubros agrícolas de consumo humano y animal para la producción de biocombustibles a nivel nacional.
La cañahua (Chenopodiun pallidicaule), es un cultivo originario de los Andes altos de América del Sur. Bolivia y Perú son los principales países productores de este grano andino, cuyas características alimenticias son destacables, por ejemplo, se registran contenidos de proteína que van desde los 17 a 19%, se cuenta con una amplia variabilidad genética que le confiere al cultivo grandes posibilidades de usos culinarios e industriales.
En la provincia de Guanacaste se observan dos estaciones bien marcadas a lo largo del año: la seca, que va de principios de noviembre a finales de mayo, y la lluviosa, que comprende los meses restantes. Sin embargo, en las últimas décadas, en el territorio nacional se han presentado importantes variaciones en las oscilaciones de precipitación y temperaturas que han impactado significativamente a esta provincia.
La excelente vocación hortícola del Valle del Guarco en Costa Rica ha convertido esta región en uno de los sitios con mayor utilización de agroquímicos del país. La producción hortícola en esta zona se caracteriza por la presencia de monocultivos en las laderas de montañas, con una alta propensión a la erosión del suelo por escorrentía. Se ha determinado que las hortalizas y las frutas abastecidas por productores de esta zona presentan el riesgo latente de residuos de plaguicidas.