Les grandes exploitations agricoles créées dans le cadre de la loi de mise en valeur agricole de 1983 dans le Sahara algérien étaient vouées à une production céréalière sous pivot. L’objectif était de développer économiquement des régions sahariennes pour partie marginalisées, ainsi que de réduire la dépendance chronique en céréales du pays. L’État a considérablement investi pour équiper ces exploitations agricoles dans le cadre d’un vaste plan de développement rural. Mais trente ans après la parution de la loi, les réalisations demeurent limitées au regard des objectifs initiaux.
L’agriculture française fait l’objet de critiques du fait des pressions qu’elle exerce sur les ressources naturelles, des transformations qu’elle opère sur les paysages et de la qualité parfois contestée de ses productions. Face aux attentes sociales et aux pressions réglementaires, des agriculteurs ont choisi de s’organiser en réseau pour proposer des pratiques agricoles alternatives. Une véritable dynamique est en œuvre chez ces agriculteurs minoritaires qui cherchent à diffuser leurs expériences en créant de nouveaux liens au sein de la population agricole.
Les populations rurales sédentaires de la commune de Hombori (Mali) pratiquent presque toutes la culture de mil associée au petit élevage non transhumant. Au-delà des contraintes environnementales d’une région semi-aride, le maintien de l’agro-élevage repose sur une double maitrise, des territoires et des ressources, l’une et l’autre ne pouvant se confondre.
En este artículo se hace una reflexión sobre los problemas que enfrenta la planificación del desarrollo local y sobre las críticas hacia la localización espacial de las actividades socioeconómicas, lo cual es extensivo al estudio de los sistemas agroalimentarios localizados (SIAL). Más adelante, se centra la discusión en la aportación latinoamericana al enfoque SIAL, con base en una perspectiva ética que aborda la visión humanista sobre la seguridad alimentaria desde el contexto de la relación global-local.
En este artículo se abordan los programas institucionales implementados en contextos locales y la acción colectiva para el desarrollo de alimentos con arraigo territorial, desde el enfoque de los Sistemas Agroalimentarios Localizados (Sial). Se analiza el caso de un programa piloto para la producción de cuitlacoche (Ustílago Maydis sp.) en el estado de Tlaxcala, México, y dos microempresas familiares involucradas en la producción de ese hongo utilizado en la alimentación humana.
En el primer capítulo presenta los retos para la seguridad alimentaria y el cambio climático en México y el mundo, así como los compromisos internacionales de México para atender ambos desafíos.
Promover, apoyar y colaborar con el pequeño productor para incentivar su acceso a los mercados. Con este objetivo, dieciséis participantes de las diferentes áreas involucradas en la cadena productiva agropecuaria de la región de América Central y México compartieron sus experiencias e identificaron acciones y actores clave en el Seminario-Taller. A lo largo de tres días se conocieron diversas iniciativas que permitieron formular nuevos retos y conclusiones en torno a la cadena productiva.
El presente documento es elaborado en el marco del diseño de una Agenda de Extensión Rural Latinoamericana que contribuya a un desarrollo inclusivo. En esta etapa la Red Latinoamericana y del Caribe para Servicios de Extensión Rural, constituida en Noviembre del 2010, ha priorizado el trabajo en 4 temas relevantes siendo “La Extensión como parte de un sistema de innovación”, uno de ellos.
Las consecuencias de las políticas económicas de liberalización económica y disminución de las capacidades estatales en todo lo referente a la cuestión agraria fueron - entre otras - la invisibilización y el empobrecimiento de cientos de miles de familias de agricultores/as. En simultáneo, la ausencia de políticas públicas específicas para la agricultura familiar ha sido una de las características de los gobiernos hasta bien entrada la primera década del siglo XXI.
Desde los años 70, los estudios sobre adopción de innovaciones agrícolas han estado dominados por una perspectiva según la cual la decisión de adoptar es un asunto individual, centrado en la utilidad percibida por el productor. En años recientes ha crecido el interés por comprender el papel de la interacción social en estos procesos. Poco a poco, conceptos como capital o aprendizaje social han ganado terreno entre los analistas. Sin embargo, casi ningún estudio ha utilizado el Análisis de Redes Sociales.