Las consecuencias de las políticas económicas de liberalización económica y disminución de las capacidades estatales en todo lo referente a la cuestión agraria fueron - entre otras - la invisibilización y el empobrecimiento de cientos de miles de familias de agricultores/as. En simultáneo, la ausencia de políticas públicas específicas para la agricultura familiar ha sido una de las características de los gobiernos hasta bien entrada la primera década del siglo XXI.