El informe estudia el contexto macroeconómico y hace análisis sectoriales agrícola. Discute la agricultura, la ganadería, la pesca y los bosques. Trata del Bienestar rural y la institucionalidad. Habla de políticas y discute la situación y perspectivas de la agricultura familiar en América Latina y el Caribe.
El objeto del libro es dar cuenta de las principales innovaciones, así como de la riqueza de planteamientos y enfoques de políticas para promover y potenciar la contribución del sector al desarrollo sostenible e inclusivo de las sociedades latinoamericanas y del Caribe. El segundo capítulo trae un rápido análisis acerca de las características de la agricultura regional y de sus posibilidades de inserción en la futura agricultura mundial.
En el primer capítulo de este documento se describe el contexto económico, la producción y los rendimientos históricos, la producción, el comercio mundial del café y los precios. El segundo capítulo analiza la producción de café en la República Dominicana, e incluye secciones sobre la fenología de la planta de café, enfermedades, las características de la producción en la República Dominicana, los sistemas de producción, el sector industrial, el contexto social y ambiental de la producción de café y las políticas regionales y nacionales.
El trabajo se desarrolla de la siguiente manera: en la sección inicial se pasa revista a la conformación y estructura de las cadenas de valor de la maquinaria agrícola, para, en la sección siguiente, poder pasar revista a cómo se estructura dicha cadena de valor en la Argentina. La siguiente sección, (capítulo III) estudia las dimensiones económicas del mercado argentino, complementado con la revisión sobre la evolución reciente de la producción y segmentos de mercado (capítulo IV), y el estado de ocupación de mano de obra que ofrece el sector (capítulo V).
Los artículos reunidos en este volumen se basan en las ponencias presentadas por los expertos que participaron en el seminario internacional “Políticas para la agricultura en América Latina y el Caribe: competitividad, sostenibilidad e inclusión social”, realizado en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago los días 6 y 7 de diciembre de 2011.
Malaria afflicts many people in the developing world, and due to its direct and indirect costs it has widespread impacts on growth and development. The global impact of malaria on human health, productivity, and general well-being is profound. Human activity, including agriculture, has been recognized as one of the reasons for the increased intensity of malaria around the world, because it supports the breeding of mosquitoes that carry the malaria parasite.
This study assessed the capacity for designing and implementing agricultural and rural development policies, strategies, and programs in Nigeria. Data for this study were derived from initial consultations at the Federal Ministry of Agriculture and Water Resources (FMAWR), Federal Ministry of Women affairs and Social Development (FMWASD), and the Federal Ministry of Environment (FMEnv) early in 2008. Two consultation workshops were also held, one for relevant staff in the ministries, parastatals, and NGOs; and the other for relevant university professors and researchers.
Agrifood systems are powerful levers for improving livelihoods. They must also address an array of systemic challenges, including satisfying growing global food demand, improving diets, limiting greenhouse gas emissions, adapting to a warming climate, and sustaining the environment. Technology and innovation play a central role in meeting these challenges. This brief offers two policy recommendations to support the contribution of innovation. First, G20 countries should increase political and financial support to agrifood systems research in developing countries.
Agricultural transformation and development are critical to the livelihoods of more than a billion small-scale farmers and other rural people in developing countries. Extension and advisory services play an important role in such transformation and can assist farmers with advice and information, brokering and facilitating innovations and relationships, and dealing with risks and disasters.
This study was undertaken to assess the utility of remotely sensed net primary productivity (NPP) data to measure agricultural sustainability by applying a new methodology that captures spatial variability and trends in total NPP and in NPP removed at harvest. The sustainable intensification of agriculture is widely promoted as a means for achieving the Sustainable Development Goals (SDGs) and transitioning toward a more productive, sustainable, and inclusive agriculture, particularity in fragile environments.