LenCD has prepared a joint statement on results and capacity development (presented in this publication), which stresses that meaningful, sustainable results are premised on proper investments in capacity development and that these results materialize at different levels and at different times, along countries’ development trajectory. To provide evidence in support of this statement, LenCD launched a call for submission of stories.
This booklet is the third in the CIAT in Asia Research for Development series. It was based on the experiences of researchers and farmers working with the AusAID-funded Forages for Smallholders Project (FSP) in Southeast Asia from 1995 to 1999. This project was a partnership of smallholder farmers, development workers and researchers who were using participatory approaches to developing forage technologies on farms.
Capacity building for integrating gender in research and development (R&D) on agricultural innovations often remains with organizing single gender training. Alternatively, it is often limited to hiring a gender specialist to allocate a small amount of her/his time to the project. This has proofed to be ineffective and a heavy burden for gender specialists. This success story presents an innovative approach to capacity development, which successfully changed agricultural researchers’ attitude to gender in Southeast Asia, with a specific focus in Vietnam.
This article highlights the experiences and lessons generated by the project collaborators in enhancing the adaptive capacities of selected upland farming communities in Southeast Asia. The project collaborators employed capability building programs, such as farmers' and technicians' training, local climate change awareness programs, cross-farm visits, demonstration plots showcasing agroforestry technologies as climate change adaptation (CCA) strategies, and linking science with policies
Estas cartillas han sido producidas en el marco del Proyecto “Innovaciones institucionales para el apoyo a la gestión de procesos comerciales de la Agricultura Familiar y su vinculación con los mercados”, que se desarrolló de forma simultánea en Chile, Perú y la Argentina entre los años 2014 y 2016. Este proyecto fue financiado por el Fondo Concursable para la Cooperación Técnica del IICA (FonCT) con contrapartes gubernamentales en los tres casos. El proyecto parte de identificar tres problemas específicos con relación a la comercialización de los agricultores familiares:
Este estudio identifica factores que inciden en la adopción de tecnología e innovación productiva en la producción vitivinícola familiar ubicada en el Oasis Este de Mendoza. Se abordan realidades territoriales desde perspectivas cualitativas con productores entre 10 y 70 ha. Se indaga respecto de las visiones de nuevas tecnologías, como cambios organizacionales, de sistemas de conducción y de estrategias de diversificación para mejorar la actividad.
En este documento el Centro Regional INTA Mendoza- San Juan buscó reflexionar sobre sus prácticas, interpretar críticamente sucesos ocurridos y los factores facilitadores y obstaculizadores para el logro de los objetivos deseados, pero sobre todo poder rescatar las lecciones aprendidas de este proceso analítico como parte de las características de la sistematización de experiencias.
Este libro tiene como objetivos impulsar el fortalecimiento de los vínculos entre práctica científica, anclaje territorial y visión de futuro. Con ello, se recrea una cultura de trabajo que reconociéndose en la trayectoria institucional que cimentó el liderazgo mundial del INTA, incorpora las herramientas que garantizan el despliegue de nuestras mejores capacidades para comprender las complejidades de las coyunturas que nos desafían.
Este articulo en el marco del proyecto “Territorios Digitales: el INTA, los jóvenes y la ruralidad”, llevado adelante por el equipo de Investigación en Comunicación del INTA Rosario, estudia el perfil tecnológico de los jóvenes en el ambiente rural argentino.
La estrategia anual de ProHuerta realiza ajustes a nivel territorial en función de la experiencia y las directivas programáticas. En 2017 se incorporaron tecnologías de la información, en un plan que incluyó el registro online de la información de entrega de semillas, el monitoreo in situ de un área identificada como vulnerable y otro colaborativo a partir del envío de información de los propios huerteros vía WhatsApp.