Industrial agriculture and its requirement for standardized approaches is driving the world towards a global food system, shrinking the role of farmers and shifting decision-making power. On the contrary, a holistic perspective towards a new food-system design could meet the needs of a larger share of stakeholders. Long-term experiments are crucial in this transition, being the hub of knowledge and the workshop of ‘participation in’ and ‘appropriation of’ the research in agriculture over a long term.
This paper has been prepared under the guidelines provided by the TAP Secretariat at the FAO, as a contribution to the G20 initiative TAP, which includes near 40 partners and is facilitated by FAO. Its purpose is to provide a Regional synthesis report on capacity needs assessment for agricultural innovation, with capacity gaps identified and analyzed, including recommendations to strengthen agricultural innovation systems (AIS) and draft policy recommendations to address the capacity gaps.
Este informe busca la identificación de los motores de cambio y de las respuestas de los agricultores ante los cambios globales. Fue consensuado en un taller en donde investigadores, que están realizando estudios sobre la caficultura en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, combinaron sus conocimientos.
Este estudio forma parte de un conjunto de esfuerzos que realiza el Proyecto IICA-Red SICTA-Cooperación Suiza, por actualizar el conocimiento del estado actual de las cadenas de maíz blanco y frijol en la región. De esta manera se ofrece una herramienta para una mejor comprensión de las dinámicas y condiciones existentes de los actores, las iniciativas en marcha y los problemas, para orientar a soluciones prácticas en sintonía con la realidad.
Este documento consta de una introducción y dos capítulos más: en el primero se exponen los hallazgos de la investigación en la cadena de valor del maíz blanco (El Salvador y Honduras). En el segundo se presentan los resultados de la cadena del frijol negro (Costa Rica y Guatemala) y frijol rojo (Nicaragua).
A fin de analizar el potencial de un programa multisectorial en América Central, en el marco del proyecto de Integración Económica Regional Centroamericana (INTEC), que cuenta con financiación de la Comisión Europea y el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos, el Centro para la Promoción de Importaciones desde países en desarrollo (CBI) encargó a ProFound – Advisers In Development y al Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) la realización de un análisis de las cadenas de valor (ACV) para cinco sectores predeterminados de seis países: Guatemala, El Salv
Las cadenas de valor juegan un papel importante en la economía global. Sin duda alguna, el análisis de cadenas de valor se ha concentrado en cadenas globales y nacionales más que en cadenas regionales de valor. Sin embargo, en muchos casos estas últimas constituyen la base principal de acceso y articulación con los mercados internacionales. Las cadenas globales de valor tienen su base en los grandes núcleos regionales de crecimiento económico e integración: América del Norte, Asia y Europa.
En este libro se sintetiza la experiencia de la CEPAL en los procesos de diagnóstico y formulación de estrategias orientadas al fortalecimiento de ocho cadenas de valor rurales en México, varios países de Centroamérica y la República Dominicana. El apoyo a estas cadenas fue posible gracias al financiamiento del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en el marco del proyecto conjunto de la CEPAL y el FIDA denominado “Crecimiento inclusivo, política industrial rural y cadenas de valor participativas en América Latina y el Caribe”.
Ante las situaciones de cambio y transición experimentadas en Venezuela a distintos niveles y con diferentes alcances, la agroindustria se perfila como un elemento determinante para la transformación y la consolidación del sistema agroalimentario rural.
El objetivo del trabajo consistió en diagnosticar el subsector de la soya, diseñando y evaluando las estrategias que potencien su desarrollo en una de las regiones en México que concentran la mayor parte de la superficie y producción nacional del producto. En el año 2011 la región de El Mante albergaba cerca de la tercera parte de toda la superficie nacional y más del 20% de la producción de soya del país.