El objetivo de esta guía es proponer una metodología para la “evaluación de la sostenibilidad de los sistemas de producción de la agricultura familiar”, a través de “indicadores de sostenibilidad”. Con ellos se busca detectar “puntos críticos” en los sistemas de producción que limitan su sostenibilidad, de forma tal que se pueda iniciar un proceso de elaboración de “estrategias de gestión sostenible” enfocado al fortalecimiento de la agricultura familiar y al desarrollo de los territorios rurales en los que se desenvuelven.
De octubre del 2014 a noviembre del 2016, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores y Trabajadores de Comercio Justo (CLAC) ejecutaron el proyecto “Fortalecimiento de capacidades agroempresariales y asociativas de organizaciones de pequeños productores para su vinculación a los mercados locales utilizando el modelo de agronegocios de comercio justo”, con recursos del Fondo de Cooperación Técnica del IICA (FonCT)1 y la CLAC2 .
El concepto de desarrollo sostenible (DS) tiene como punto de referencia el Informe de la Comisión Bruntland, donde se le describe como un “proceso capaz de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas” (ONU,1987). Desde esa perspectiva, el desarrollo económico y el uso racional de los recursos naturales están inexorablemente unidos en el tiempo y el espacio.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), le da una cordial bienvenida al Curso de Autoaprendizaje: “Hacia la promoción de Sistemas agroalimentarios inclusivos: Mecanismos y programas de adquisición de alimentos de la Agricultura familiar”. Las compras públicas o contratación estatales, son mecanismos de adquisición de productos o servicios para abastecer a las instituciones y programas financiados o ejecutados por el Estado (consumo de organismos públicos, programas sociales, fuerzas armadas, obras públicas, etc.).
Este fascículo, en su versión actual , es el primero de una serie inicial de textos y recursos del Sistema de Gestión Estratégica para el Desarrollo Territorial y la Agricultura Familiar (SiGET), cuya finalidad es compartir un conjunto de orientaciones metodológicas sobre los procesos de gestión social del desarrollo de los territorios rurales y de los sistemas territoriales de agricultura familiar (STAF) que son o pueden convertirse en motores de desarrollo.
Como parte del proyecto insignia del IICA “Productividad y sustentabilidad de la agricultura familiar para la seguridad alimentaria y la economía rural” se realizó un ejercicio participativo para identificar y validar innovaciones que contribuyan a la mejora de los sistemas de agricultura familiar.
Este fascículo metodológico trata de la siguiente tareas estratégicas:
• Articulación de actores y redes para la elaboración de la estrategia.
• Análisis sistémico del territorio.
• Formulación de una visión de futuro para el territorio.
• Identifcación de motores de desarrollo y objetivos estratégicos.
• Elaboración de planes a mediano plazo, programas e ideas de proyectos estratégicos.
• Concreción de acuerdos y alianzas para impulsar la estrategia.
Este documento es una respuesta práctica a las necesidades que hemos observado a lo largo de los años por parte de los equipos técnicos y de actores sociales involucrados en los procesos de gestión del desarrollo rural en territorios. Es un material que asesora y que no debe ser aplicado como si fuera un formulario burocrático, de forma mecánica.
Este instrumento busca contribuir con los países al proceso de formulación de políticas públicas diferenciadas para la agricultura familiar, basado fundamentalmente en la construcción participativa, involucrando a los actores sociales y los agentes públicos en la gestión de su propio desarrollo, considerando la viabilidad técnica y política a las decisiones tomadas y a la implementación de soluciones.
Existe hoy una preocupación creciente acerca de cómo los sistemas de monitoreo y evaluación permiten generar nuevos conocimientos para la comprensión no sólo de los efectos e impactos de una intervención sino también sobre la manera en que suceden los cambios. Este trabajo presenta la metodología de sistematización de experiencias, entendida como una estrategia multiactoral para evaluar intervenciones de desarrollo con énfasis en los procesos y las lecciones aprendidas.