Face aux limites du système agro-industriel productiviste, des résistances et des alternatives positives proposent de nouvelles façons de penser et de pratiquer l’agriculture.
Se realizó el presente trabajo, con el objetivo de contribuir al incremento del fondo documental relacionado con la SPV en el cultivo del garbanzo. En noviembre del 2009 se sembraron 26 cultivares de garbanzo (21 foráneos y cinco nacionales) en áreas de la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) “Gilberto León” del municipio San Antonio de Los Baños en la provincia Artemisa.
En matière de semences, on oppose souvent un modèle orienté vers le business à un modèle orienté vers l’agriculture paysanne. Ces deux modèles ont des implications socio-économiques différentes, aussi bien en termes d’emplois, que d’autonomie des agriculteurs ou de biodiversité. Les agricultures paysannes des pays du Sud ont-elles le poids et l’influence politique nécessaires pour faire prévaloir leurs modèles semenciers ? C’est la question que nous explorons dans ce dossier.
Les semences, c’est la vie. Le point de départ d’un produit agricole et des aliments qui se trouvent dans nos assiettes. C’est dire leur importance. Mais, le sujet est complexe et fait aussi débat. Parce que les semences se trouvent au coeur d’un imbroglio d’acteurs, d’intérêts et de modes de production différents. C’est un vrai marché (p.4) avec tous les enjeux que cela comporte (p.7-8).
Les partisans de la souveraineté alimentaire veulent développer les agricultures locales, tandis que les avocats de la libéralisation vantent les bienfaits d’un approvisionnement à moindre coût sur les marchés. Les premiers pensent que les Etats doivent définir leur politique agricole pour répondre aux besoins de leurs populations, les seconds préfèrent le concept de « sécurité alimentaire », affirmant qu’il reconnaît aussi à chaque citoyen le droit de se nourrir à sa faim. Le combat pour la souveraineté a du mal à s’imposer dans l’arène politique.
Este documento resume los resultados del trabajo en grupo y la discusión en plenaria de la sesión 4 (Marcos Regulatorios para el Fomento de Cadenas de Valor Sostenibles e Inclusivas) del Taller Regional de Intercambio de la Alianza de Aprendizaje Regional, realizado en junio de 2010.
Esta guía, para el diagnóstico de los SisNIAs plantea un nabordaje con base en tres ejes de análisis: i) Caracterización de la producción y del sistema de ciencia y tecnología, donde se desarrolla la situación productiva del país, generación de conocimiento, dominio tecnológico y base técnica de producción; ii) Caracterización de los actores del sistema y sun papel en la inducción de la innovación, identificando a los principales actores y el rol que cumplen en el sistema; iii) Caracterización de la institucionalidad del SisNIA, sustentada en los marcos legales, estímulos y obstáculos a la
El objetivo de esta revisión fue realizar un análisis e identificación de la problemática del Sistema de Producción y de la Cadena de Valor del Orégano en la zona del Valle de Traslasierra de la Provincia de Córdoba. En la región, se cultivan ecotipos tradicionales como Criollo, Chileno II y Compacto, y nuevos como el "Serrano Cordobés", "Flor Rosa" y "Rosa Fuerte". El Valle Traslasierra de la Provincia de Córdoba es agroecológicamente muy apto para la producción, y para incrementar la producción del cultivo de orégano se debe optimizar el manejo agronómico de los distintos ecotipos.
El objetivo del Sistema es el ampliar cobertura a productores/as que no tienen o tienen poca frecuencia de asistencia técnica por el sistema MAG, brindando respuestas a sus consultas sobre producción y comercialización de rubros agrícolas y pecuarios, a través de comunicación por vía telefónica:
• El productor/a recibirá información relevante para tomar decisiones.
• Se tendrá un monitoreo permanente de la situación agropecuaria.
La agricultura de América Latina y el Caribe (ALC) se enfrenta a una oportunidad global sin precedentes: satisfacer los patrones de consumo diferenciados y de mayor calidad de 7000 millones de personas en la actualidad y de no menos 9000 millones para el 2050. A esta oportunidad se suma el valor que le brinda la agricultura a las poblaciones rurales, no solo como su fuente alimentaria, sino también como su única o primordial fuente de ingresos. Y son los territorios rurales precisamente los llamados a prepararse, adaptarse y asumir el reto de alimentar al mundo.