Inclusion is a key issue for Agricultural Research for Development (ARD). Development goals in and of themselves call for better livelihoods and opportunities for the less privileged actors working in agriculture. They also call for greater equity and balanced representation of the population at an institutional level. This brief focuses on how ARD processes can more sensitively address gender relations and youth issues. Women and young people have distinctive needs and interests which can be less visible within broader “Producer Organizations”, for example.
Despite efforts over recent years to improve the status of agriculture in sub-Saharan Africa, little change has been noted, due partially to the fact that efforts have come from individual entities, which had short-term funding or lacked the necessary expertise to scale up research outputs. Disconnect between researchers and end-users has further hindered the success of such efforts.
Malgré les efforts déployés ces dernières années pour améliorer la situation de l’agriculture en Afrique subsaharienne, peu de changements ont été observés. Cet insuccès est dû, en partie, au fait que ces efforts ont été consentis par diverses entités de petite taille, aux capacités de financement à court terme et sans l’expertise nécessaire pour diffuser les résultats de leurs travaux de recherche. De plus, ces initiatives ont aussi pâti de la déconnexion entre la recherche et les utilisateurs finaux.
This brief illustrates the different forms of knowledge, and the ways to create and manage it.
Durante la IX Reunión del Grupo Técnico de Investigación, Tecnología, Transferencia e Innovación del CAC el 28 de noviembre de los corrientes en la ciudad de Panamá. Para el PDRR la agricultura familiar necesita de nuevos y fortalecidos sistemas locales de innovación que sean especializados para su actividad, esto requiere de una agenda planificada desde los territorios con el fin de atender las demandas de los productores familiares.
De octubre del 2014 a noviembre del 2016, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores y Trabajadores de Comercio Justo (CLAC) ejecutaron el proyecto “Fortalecimiento de capacidades agroempresariales y asociativas de organizaciones de pequeños productores para su vinculación a los mercados locales utilizando el modelo de agronegocios de comercio justo”, con recursos del Fondo de Cooperación Técnica del IICA (FonCT)1 y la CLAC2 .
La agricultura de América Latina y el Caribe (ALC) se enfrenta a una oportunidad global sin precedentes: satisfacer los patrones de consumo diferenciados y de mayor calidad de 7000 millones de personas en la actualidad y de no menos 9000 millones para el 2050. A esta oportunidad se suma el valor que le brinda la agricultura a las poblaciones rurales, no solo como su fuente alimentaria, sino también como su única o primordial fuente de ingresos. Y son los territorios rurales precisamente los llamados a prepararse, adaptarse y asumir el reto de alimentar al mundo.
El documento trata sobre las áreas de cultivo de frijol y maíz en Centroamérica y República Dominicana. Se abarcan también aspectos relacionados con su consumo, rendimiento, producción, tipo de productores, factores socioeconómicos y se hace uso de estadísticas para brindar la información respectiva.
En la provincia de Guanacaste se observan dos estaciones bien marcadas a lo largo del año: la seca, que va de principios de noviembre a finales de mayo, y la lluviosa, que comprende los meses restantes. Sin embargo, en las últimas décadas, en el territorio nacional se han presentado importantes variaciones en las oscilaciones de precipitación y temperaturas que han impactado significativamente a esta provincia.
La excelente vocación hortícola del Valle del Guarco en Costa Rica ha convertido esta región en uno de los sitios con mayor utilización de agroquímicos del país. La producción hortícola en esta zona se caracteriza por la presencia de monocultivos en las laderas de montañas, con una alta propensión a la erosión del suelo por escorrentía. Se ha determinado que las hortalizas y las frutas abastecidas por productores de esta zona presentan el riesgo latente de residuos de plaguicidas.