The question of how agricultural research can best be used for developmental purposes is a topic of some debate in developmental circles. The idea that this is simply a question of better transfer of ideas from research to farmers has been largely discredited. Agricultural innovation is a process that takes a multitude of different forms, and, within this process, agricultural research and expertise are mobilised at different points in time for different purposes. This paper uses two key analytical principles in order to find how research is actually put into use.
The development objective of the Sustainable Management of Agricultural Research and Technology Dissemination Project is to improve the institutional capacity and performance of the Indonesian Agency for Agricultural Research and Development (IAARD) to develop and disseminate relevant and demand-driven innovative technologies, meeting the needs of producers and of the agri-food system. There are four components to the project. The first component of the project is human resource development and management.
The youth crisis has recently received much attention from the global community, particularly in how it intersects with the future of agriculture. Causes of the youth crisis include univeral youth disinterest in agriculture, deskilled youth populations, lack of access to resources, gender disparity and lack of reliable data regarding youth in agriculture.
Si elle ne prend pas en compte le secteur de la transformation qui la connecte aux marchés, l’agriculture vivrière commerciale ne sera pas en mesure de relever les défis de sécurité et de souveraineté alimentaires des pays ouest-africains. Tour d’horizon du potentiel du secteur agro-alimentaire et des effets de leviers à activer pour son développement.
PESA focaliza sus acciones en “Apoyar a las Unidades de Producción Familiar en localidades rurales de alta y muy alta marginación, para incrementar los niveles de producción y productividad de sus actividades agropecuarias, acuícolas y pesqueras…”.
De octubre del 2014 a noviembre del 2016, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores y Trabajadores de Comercio Justo (CLAC) ejecutaron el proyecto “Fortalecimiento de capacidades agroempresariales y asociativas de organizaciones de pequeños productores para su vinculación a los mercados locales utilizando el modelo de agronegocios de comercio justo”, con recursos del Fondo de Cooperación Técnica del IICA (FonCT)1 y la CLAC2 .
El presente trabajo aborda un tema de importancia estratégica para el sector rural como es la agricultura familiar.
El presente informe ejecutivo está integrado por cinco capítulos. El primero contextualiza los antecedentes y objetivos orientadores del PRIICA, la estrategia de intervención, las principales conclusiones y las lecciones aprendidas extraídas de los estudios de caso de la sistematización externa. El segundo, tercero y cuarto están dedicados a los aportes y productos generados a nivel regional, nacional y por cada producto cadena.
La agricultura de América Latina y el Caribe (ALC) se enfrenta a una oportunidad global sin precedentes: satisfacer los patrones de consumo diferenciados y de mayor calidad de 7000 millones de personas en la actualidad y de no menos 9000 millones para el 2050. A esta oportunidad se suma el valor que le brinda la agricultura a las poblaciones rurales, no solo como su fuente alimentaria, sino también como su única o primordial fuente de ingresos. Y son los territorios rurales precisamente los llamados a prepararse, adaptarse y asumir el reto de alimentar al mundo.
La agricultura tiene una importancia estratégica en la agenda para el desarrollo. Es una de las principales fuentes de empleo, un motor del desarrollo económico y un sector cuyo crecimiento incide ampliamente en la reducción de la pobreza y en la erradicación del hambre.