Actores locales y productores agropecuarios en Latinoamérica tienen acceso limitado a la información agroclimática y, cuando logran acceder a ella, tienen dificultades para traducirla en conocimiento procesable y accionable. Si bien los servicios climáticos son reconocidos por contribuir a cerrar la brecha entre la generación de información climática y su uso por parte de las partes interesadas, su provisión y uso en Latinoamérica aún representa un desafío crítico.
Nicaragua es el país más grande de América Central, y la agricultura es uno de los motores del desarrollo económico y social. El sector agrícola aporta el 16.1 por ciento del producto interno bruto (PIB), el 33 por ciento del empleo formal y la seguridad alimentaria de la población. Alrededor de la producción agropecuaria se integran 260 000 productores.
Las problemáticas de las empresas familiares trascienden fronteras, escalas, entornos y rubros. Dentro del sector agropecuario, las empresas familiares representan en 80 por ciento de las unidades productivas que hacen al desarrollo económico de Argentina y Uruguay. Esta iniciativa forma una comunidad virtual donde el público objetivo son los propietarios, socios, fundadores, asesores, gerentes, potenciales sucesores y toda persona interesada en los temas relativos a la empresa familiar, sin distinción de género o edad, del sector agropecuario de estos países.
La Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) entendida como la disponibilidad y el acceso a los alimentos de calidad, es fundamental para el desarrollo humano; la sostenibilidad y el progreso del sector agropecuario son primordiales para mantener una oferta de alimentos en cantidad y calidad. En el departamento de Córdoba, la pobreza multidimensional es el doble para la zona rural (51.9 por ciento) con respecto a la urbana (23.3 por ciento). En ese sentido, los productores rurales dinamizan la economía local, contribuyen a generar empleos y con la SAN.
Chile es un país líder en la exportación de alimentos, en donde la apicultura juega un rol fundamental y cuenta con más de 1 300 000 colmenas para apoyar la producción de alimentos a través de la polinización. Las buenas prácticas deben ser abordadas de generación en generación de apicultores para favorecer el mantenimiento de colmenas sanas y activas para la presentación de servicios sistémicos de polinización.
La FAO promueve la agroecología a través de diez elementos clave, como la diversidad, el intercambio de conocimientos, la eficiencia, la resiliencia y la economía circular, integrados en un enfoque sistémico.
En Colombia, el principal desafío es la escalabilidad, expandiendo las fincas agroecológicas a nivel territorial y fortaleciendo la gobernanza y difusión de buenas prácticas. También es necesario crear un marco institucional claro y fomentar incentivos para avanzar hacia sistemas alimentarios más sostenibles.